Este chacra, ubicado en los órganos sexuales, inicia la expansión de nuestra individualidad y refleja nuestra necesidad instintiva para el desarrollo de la personalidad y también para tocar el otro. Representando por el elemento agua, aquí se hace una invitación para sintonizarnos con los ritmos y ciclos de la vida. Este centro energético está asociado al cocodrilo, que permanece en el agua al acecho de una oportunidad para expresarse - cuál sea, tomar el sol o matar.
Svadhistana representa nuestra creatividad y nuestra psique busca expresarse a través de él; está directamente relacionado con la manera en que vivimos y compartimos nuestras pasiones, sueños y deseos. Vishnu, que gobierna este chakra, busca el equilibrio entre la creación (Brahma) y la destrucción (Shiva). Se trata en este punto de indagarnos si estamos dispuestos a vivir nuestras vidas con la fuerza creadora del amor y de la serenidad que habita en cada uno de nosotros o con la fuerza destructora del rencor y de las penas. En el nivel psicológico, el segundo chakra nos permite desarrollar nuestra personalidad única, nuestra capacidad de crear y nutrir y nuestra necesidad de amor y serenidad.
De la misma forma que los otros chakras de número par (Anahata y Ajna), Svadhistana está relacionado con las cualidades femeninas de remisión y sinceridad. En ellos residen nuestra capacidad de sentir, amar y ver. Los chakras de número impar (Muladhara, Manipura, Vishuda y Sahasraha) representan el esfuerzo masculino de perseverar y reivindicar nuestro derecho de tener, indagar, hablar y saber. Mientras estos últimos mueven la energía a través de nuestros sistemas, moviéndola hacia fuera, con receptividad y calor, los chakras femeninos se enfrían y atraen la energía hacia adentro.
Las personas con personalidad svadhistana tienden a dedicarse a las cosas nobles de la vida - artes, poesía, danza, música y etc. Sin embargo, esas personas también presentan una cierta tendencia a distanciarse del camino espiritual con diversiones envolviendo sexualidad, sensualidad e indulgencia; tienden también a presentar cambios de humor e inconsistencia emocional. Como el deseo tiene su sed en ese chacra, esos individuos concentran su energía tanto en el amor y en el disfrute del placer como en frivolidades o egoísmo.
Su jornada es comparada a la de una mariposa, o sea, como la vida es plena de placeres, puede ser difícil para ellos permanecer en un mismo lugar por mucho tiempo, y, por este motivo, es importante que encuentren un equilibrio que frena esa compulsión por las experiencias mundanas.
Buscar equilibrio para este chakra también implica traer movimiento emocional y sensual en nuestras vidas, permitiéndonos una apertura al placer y a aceptar el flujo natural de las cosas. Inspirada en el movimiento del agua, que es su elemento, una práctica que favorezca la actividad de Svadhistana debe ser fluida, divertida y ritmada:
• Movimientos articulares simples, repetitivos y fluidos: postura gato-vaca (BITILÁSANA Y CAKRAVAKASANA);
• Asanas que favorecen la adaptabilidad y receptividad, como las posturas para la apertura de caderas y la ingle, proporcionando libertad al movimiento de la pelvis. Su ejecución nunca debe ser forzada, sino realizada con la fuerza femenina de sensibilidad y entrega: GOMUKASANA, EKA PADA RAJAKAPOTÁSANA, BADHA KONÁSANA, UPAVISTHA KONÁSANA;
• Posturas que estimulan los órganos abdominales, PARIVRTTA TRIKONASA y UTKTASANA.
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