El Espacio de Terapias tiene el honor de producir, por primera vez en España, esta innovadora especialización, “Yoga Mamás y Bebés, con masaje para el bebé y prácticas para o postparto”, con Anne Sobotta, del 21 a 24 junio 2019.
Anne Sobotta propone en este curso herramientas terapéuticas y lúdicas para brindar el ambiente emocional de la díada madre-bebé durante el postparto y el desarrollo del bebé en su primer año de vida. El enfoque está basado en las prácticas del yoga, técnicas de masaje y otras líneas de investigación somática.
La especialización está destinada a instructores y practicantes de yoga y otras prácticas del movimiento, profesionales vinculados directa o indirectamente a la asistencia a la mujer y al bebé durante el parto, postparto y la primera infancia, educadoras perinatales, doulas, pediatras, neonatologos, terapeutas, enfermeras, psicólogas, fisioterapeutas, auxiliares de enfermería, profesores de educación física y demás profesionales. Madres con bebés de 0 a 12 meses también serán muy bienvenidas.
Anne Sobotta es instructora de yoga desde 2004, especializada desde 2006 en la atención a las embarazadas, madres y bebés. Formada en Yoga prenatal por el sistema Mamaste (USA) y Janet Balaskas - Parto Activo / Active Birth (UK), con quien continúa trabajando en colaboración en diversos talleres. Doula formada en la DONA Internacional / Ana Paula Markel (EE.UU.). Formada en Developmental Baby Massage por Peter Walker (UK).
Entrevista com Anne Sobotta
Yoga mamás y bebés: acogida para ella y relajación para él
by Redação taofeminino Published on 28 de outubro de 2016
Coge la esterilla, prepara la sonrisa y abre la mente. El yoga mamá y bebé proporciona más afecto entre madre-hijo y contribuye a que la madre se sienta más ligera - las madres lo comprenderán. Por Juliana Couto
Madre sentada, bebé delante, movimientos que son a la vez sencillos y complejos. En un promedio de 45 minutos, en los que se realizan ejercicios de concentración con la respiración, una mezcla entre yoga, meditación y masaje, instrucción para ejercicios que brindan a la madre en el posparto y contribuyen para que el bebé se relaje, el yoga madre y bebé proporciona a la pareja (a veces, recién formada) poder e intimidad para conocerse, con apego y con cariño, sin juicios externos – a ejemplo de cuando cogemos el bebé muy a menudo en los brazos y somos criticadas por la creación moderna desinteresada en la priorización de la experiencia del bebé -, retomada de la conciencia corporal de la mujer en el posparto y fortalecimiento emocional.
No es para menos. El puerperio (primeros meses después del parto o el comienzo de la maternidad) es solitario. La mujer, ahora madre, está completamente metida en un nuevo contexto, con un bebé a quién muchas veces ella no comprende. La madre necesita, con tiempo y sin presión, comprender la extensión de los cambios de su cuerpo, que es el mismo, pero no lo es. Necesita adaptarse a una nueva rutina sumergida en la maternidad y redescubrir su propia identidad. El yoga mamá y bebé acoge a esta mujer y le permite respirar profundamente y relajarse, así como el bebé.
E
s lo que defiende Anne Sobotta, 46, mamá de Jada, 10, instructora de yoga para madres y bebés y para embarazadas, al frente de cursos para formación de profesionales en el área. "Mi trabajo enfoca la acogida. El puerperio, el posparto, es una caja de sorpresas para la madre. Normalmente, las madres buscan el curso pensando en solucionar cólicos, llanto, sueño. Con los cambios del posparto, es difícil que la madre tenga un momento para ella. No existe recuperar la forma de antes del parto. Hay que caminar hacia otro momento. El cuerpo cambia con el embarazo y con la maternidad. Esto debe ser visto como una ganancia, no como una pérdida. Este es un principio de acogida. Mezcla de yoga adaptado para los bebés y los movimientos de masaje, evaluación de la edad del bebé, su desarrollo, como él se siente ese día. Hay mucha improvisación por parte del profesor, es decir, no es aplicar una secuencia de movimientos, hay necesidades físicas y emocionales. Es muy terapéutico ", explica.
Además de terapéutico, el yoga mamás y bebés proporciona más vínculo entre madre y bebé, de acuerdo con Renata Laili (SP), 34, psicóloga y instructora de yoga para embarazadas y mamás y bebés. (…) Es todo con muchas caricias y miradas y mucho amor. Es un momento en que ella está tranquila para amar a ese bebé, sin esa presión de que “lo coges demasiado en los brazos”, sin juicios. En relación a la madre, tiene el emocional y el cuerpo del posparto, que tiene características muy marcadas. A veces, el bebé duerme durante la clase y los ejercicios ayudan a la madre a retomar la conciencia corporal, a volver a conectar tanto física como emocionalmente con ella misma. El postparto también tiene mucho dolor en el cuerpo, en los brazos, tendinitis. Es bueno enfocar en el fortalecimiento de esas áreas ", explica.
Para la doula Ananda Felippe (RJ), 30, debemos tener en cuenta los beneficios que el yoga trae para la percepción y para la capacidad de aprender a observar. Los ejercicios que van a ayudar a la madre en el posparto, sea por algún dolor reminiscente, sea por los nuevos dolores que ella ganó con la llegada del bebé (el combo cogerle en brazos, bebé, maleta y bolsa), se recomienda hasta que los bebés hayan comenzado a gatear. Cuando empiezan a caminar, otro tipo de clase es más adecuada, ya que empiezan a distanciarse y entonces ni madre ni hijo logran practicar los movimientos. Ananda describe una clase: "Generalmente, la clase comienza con una concentración, todos respiran juntos para concentrarse, calmarse y estar abierto para la propuesta del día. A continuación, empiezan algunos masajes y ejercicios con el bebé, normalmente con algún sonido. La primera clase para ellos puede sonar rara, pero después se ambientan. Luego, los movimientos se hacen con el bebé y la madre. Después, una relajación, que cambia según cada bebé. Puede ser que se haga algún ejercicio específico para la madre, o la madre sale para dar el pecho. Después, la clase termina con una meditación en movimiento o con una conversación.
El yoga tiene una base de posturas que se llaman asanas y son comunes para varios tipos de yoga, incluso para el yoga del post-parto. Según Ananda, algunas de las posturas son más indicadas para el posparto que otras. "Es importante saber mirar al bebé, entenderlo, observarle. "Debemos estar abiertas para observar y entender al bebé y aceptar que todo es novedad". Entre los ejemplos de movimiento que Anne enseña en sus clases, hay el bebé boca abajo.
A pesar de que existe una asociación directa entre dejar que el bebé duerme boca abajo y la muerte súbita, los padres entienden que no pueden dejarlo en esa posición en ninguna situación. El resultado: el bebé no fortalece la columna. "Sólo que esa es una posición fundamental, benéfica. Los padres no lo hacen, no es más cotidiano. Además de la rutina, porque no se queda en el suelo, se queda en el sofá y en la silla. Pero el bebé está en el suelo. Él necesita quedarse boca abajo, pues eso ayuda a firmar la columna, a prevenir cólicos. "El yoga va a ayudar de forma lúdica a cambiar ese escenario, sin nunca forzar nada en el bebé", explica.
Para las tres instructoras, la clase de yoga tiene una lógica bien definida: empieza con la concentración y algunas respiraciones y luego ejercicios en el bebé. Según Renata, es importante que la instructora enseñe y dé poder e intimidad a la madre. "Quien hace los movimientos en el bebé es la madre, no la instructora. Una madre a veces no sabe cómo lidiar con el cuerpo del bebé y empieza a acostumbrarse ". Después de ese período, que dura en promedio 20 minutos (el período de atención de un bebé es corto), se cambia el foco. "Si antes el foco era el bebé, ahora es la madre, siempre atenta a su respiración. Las quejas son comunes, como dolor en los hombros, cansancio ", afirma Anne. Por fin, la clase termina con meditación, caminata o conversación, de acuerdo con necesidades que se muestran a lo largo de la clase.
En general, no hay contraindicaciones para la práctica de yoga para madre y bebé en el posparto. Los casos son evaluados individualmente y la pareja madre-bebé recibe orientaciones específicas por la instructora. Según Anne, "es importante hacer una evaluación y que el médico libere la práctica. Con niños con necesidades especiales, es raro atenderlas, ya que acuden a muchos tratamientos médicos. Es muy común, sin embargo, trabajar con prematuros. Es un trabajo muy rico el de acompañar al bebé y acoger a la madre, que se encuentran muy fragilizadas ".
Danielle Maria dos Santos, madre de Cora, de seis meses, practicó yoga hasta tres días antes del parto y siempre consideró la práctica una actividad que transforma el cuerpo y la mente. Cuando la pequeña Cora nació, no había duda de lo que haría con ella, por saber que las clases iban a traerles más tranquilidad, serenidad y seguridad. "Es muy divertido porque en la primera clase los bebés se ven muy agitados, todo es nuevo y diferente. Pero con el tiempo es como si ellos percibieran el propósito de estar allí en aquel momento y entonces pasan a disfrutar cada actividad juntos. Esto ciertamente influye en el vínculo, pues podemos ver que el bebé siente aún más seguridad cuando está con nosotros y se siente seguro para hacer cada ejercicio nuevo o diferente ", relata. Cora es un bebé tranquilo, pero los saltos de desarrollo, como sucede con la mayoría de los bebés, suelen ser muy característicos. En ese caso, Cora tiene dificultad para dormir. Durante los saltos, Danielle percibió que la práctica de yoga ayudó a que ella se relajara más y consiguiera dormir después de toda la actividad. "En la clase, algunos movimientos son sólo de la madre, otros sólo del bebé y otros hacemos juntos. Con el bebé, alargamos bastante, hacemos masaje (existe la cuestión del toque que creo muy importante) y también algunos movimientos del yoga, como la posición del guerrero y del avioncito. Hasta la relajación al final, con la disminución de las luces, a ella le gusta mucho ", cuenta Danielle.
Para Tatiana Jorgetti (SP), 36, madre de Felipe, tres años, y Laís, ocho meses, el yoga agrega otras formas de conexión. Ella hizo yoga durante toda el embarazo de Laís y siempre sintió que era el mejor momento de ellas dos - y principalmente sólo de ellas. Después del nacimiento del más pequeño, el yoga continuó mostrándose como un momento de conexión entre las dos. En las clases de yoga, disfrutamos cada momento con tranquilidad. Siempre he tenido un vínculo muy fuerte con mis hijos, pero creo que el yoga ayuda focalizar más en los detalles que a veces pasan inadvertidos. "Proporciona momentos de ligereza y tranquilidad en la rutina normalmente intensa de la maternidad", finaliza.
Rutina normalmente intensa de la maternidad. Intensa, desafiante, con muchos descubrimientos y adaptaciones, juicios (libérese de todos ellos y libérese también de los juicios que tu tienes hacia otras madres). La maternidad en su inicio, principalmente el primero hijo, puede ser muy solitaria. El yoga mamá y bebé, así como otras actividades, meditación, ruedas de apoyo, encuentros de lactancia, encuentros de posparto, trae muchos beneficios, como relajación, tranquilidad y aumento de vínculo. Pero sobre todo libertad en la maternidad.
Entrevista traducida por Gabriela Nanni
Foto por Estudio Gangorra