La práctica de Yin y su actuación en los tejidos profundos y meridianos
Al actuar en el tejido conjuntivo del cuerpo, aplicando tensión en los meridianos, la práctica de yin yoga, además de ampliar el alcance de movimiento en las articulaciones, equilibra los órganos internos, restaurando la circulación de chi a lo largo de los meridianos.
Investigaciones dirigidas por el Dr. Hiroshi Motoyana en Japón y el Dr. James Oschman en los Estados Unidos apuntan la posibilidad de que el tejido conjuntivo que circula por todo el cuerpo proporciona caminos hacia los flujos de energía descritos por los antiguos orientales.
Yoga y acupuntura
Con base en estas investigaciones, Yin Yoga une los conocimientos adquiridos por miles de años de práctica de acupuntura y la sabiduría del yoga. En la práctica de Yin yoga, el hecho de sostener las posturas por períodos más largos, moviéndonos con profundidad al mismo tiempo que dejamos los músculos relajados, provocamos una ligera tensión en los tejidos conjuntivos más profundos. El tejido conjuntivo recorre el cuerpo en sus diversas formas (fascias, tendones y ligamentos), formando una red, la cual esencialmente sostiene el cuerpo unido y permite que los músculos y órganos funcionen adecuadamente. La práctica de yin yoga afecta principalmente los ligamentos, el tejido que une hueso con hueso, encapsula cada articulación y contiene el líquido sinovial lubricante.
La columna vertebral está envuelta firmemente con siete capas de tejido conjuntivo. Los ligamentos conectan la pelvis a la columna y el fémur a la pelvis. Mucho de la fluidez y del alcance de movimiento en el cuerpo depende de la salud del tejido conjuntivo. Así como los músculos, el tejido conjuntivo comienza a perder el alcance de movimiento si no lo ejercitamos. Los ligamentos empiezan a resecarse y a contraerse con la edad, y esa degeneración puede empeorar con el sedentarismo. Los discos vertebrales que están recubiertos de tejido conjuntivo también pueden resecar y perder la resistencia si no ejercitamos su alcance máximo de movimiento (rotación, extensión, flexión, inclinación).
La práctica de Yin yoga se centra principalmente en el tejido conjuntivo que envuelve el lumbar, la pelvis y las articulaciones coxofemorales. Al relajar la musculatura alrededor de las articulaciones en esa región, aplicamos una tensión suave y controlada en el tejido conjuntivo y los huesos. EL tejido conjuntivo es mucho más resecado y menos flexible que el músculo, y por eso no responde al mismo tipo de tensión que el músculo respondería. Los músculos responden a ejercicios yang - repetitivos y activos - mientras que el tejido conjuntivo necesita movimientos más controlados y lentos.
Diferencias entre a prática de Yin Yoga y los demás estilos
Existen dos principios que diferencian la práctica de Yin yoga de otros enfoques de yoga: posturas sostenidas por varios minutos y el estiramiento del tejido conectivo alrededor de una articulación. Y para realizarlas, la musculatura debe estar relajada, pues si los músculos están contraídos, resistiendo, el tejido conjuntivo no recibirá la tensión necesaria.
No es necesario y incluso es imposible que todos los músculos estén relajados en algunas posturas de Yin Yoga. Sin embargo, para que estos tejidos conjuntivos sean afectados, es necesario intentar relajar al máximo los músculos alrededor de la columna vertebral y de la cadera.
Como Yin Yoga requiere que los músculos alrededor del tejido conectivo estén relajados, no son todas las posturas de yoga que se pueden hacer de forma eficaz o segura. Las posturas en pie, los equilibrios de los brazos y las inversiones - posturas que requieren acción muscular para proteger la integridad estructural del cuerpo - no se pueden hacer de la manera yin. Aunque muchas poses de Yin yoga se asemejen a las asanas clásicas de yoga, el énfasis en la relajación muscular implica que la forma de las posturas y las técnicas empleadas son ligeramente diferentes de aquellas con las que estamos acostumbrados. En algunas personas, para que los músculos estén completamente relajados, es necesario el uso de accesorios (bloquitos, mantas, cojines) para acomodar los huesos. Por ejemplo, en la postura de la mariposa (versión yin de Badha Konasana), personas con flexibilidad reducida en la región de la ingle tienden a activar los músculos del muslo, lo que puede ser resuelto colocando un bloquinho para soportar las rodillas. Así, los accesorios pueden, al permitir la relajación de la musculatura, ayudar a estirar o abrir el cuerpo, creando más espacio para moverse.
Restricción de tension muscular y compresión articular
Al realizar las posturas de Yin Yoga debemos tener en cuenta dos factores que determinan el alcance de movimiento y la forma en que las posturas se configuran en cada uno. El primero es la restricción de tensión muscular, que ocurre cuando nuestros músculos no pueden alargar más allá de lo deseado. Aunque el calentamiento nos permite ampliar el estiramiento muscular, cuando alcanzamos nuestro punto de “restricción”, ya no podemos estirar la musculatura . El otro factor es cuando nuestras articulaciones alcanzan un punto llamado de “compresión articular”. Un ejemplo que ilustra la compresión articular es cuando estiramos los codos a su punto máximo o aún cuando sentimos el tejido pellizcando entre dos huesos, como ocurre en la mayoría de las articulaciones. Esta compresión ocurre en las partes más yin de nuestro cuerpo, como los huesos y el tejido conectivo.
Sabemos que mucho de la frustración en la práctica del yoga deriva del hecho de que creemos que nuestra práctica debe ser exactamente como la del colega a nuestro lado. También optamos por asumir una atitude yang en nuestra práctica, que aspira por cambio y nos incita al esfuerzo desmesurado, en detrimento de nuestra naturaleza Yin, que es de aceptación y escucha. Cuando entendemos estos dos factores mencionados arriba, "restricción en la tensión muscular y compresión articular", que varían de persona a persona, es posible revestir nuestra práctica de yoga y nuestra manera de enseñar con más compasión y aceptación.
La intención de toda práctica de yoga, y la práctica de Yin yoga específicamente, es mantener la energía circulando en el cuerpo. Así, Chi, cuando circula libremente promueve salud y vitalidad para todas las células.
Al concentrar nuestra atención en el área de la lumbar, la pelvis y la articulación coxofemoral, con concentración mental y física, respirando con conciencia y en con una actitud meditativa, es posible estimular el flujo de Chi de la misma manera que ocurre en una sesión de acupuntura.
De hecho, esto sucede porqué seis de los doce meridianos principales recorren la región de la cadera, pelvis y lumbar. Los meridianos Yang descendientes son meridiano de la vejiga, el estómago, y la vesícula biliar. Los tres meridianos Yin ascendentes son meridianos del Bazo-Páncreas, Hígado, y Riñón. Todas las posturas de Yin Yoga afectan a uno o más de estos meridianos. Sin embargo, los meridianos más afectados por una determinada postura pueden variar de persona a persona, debido a las particularidades anatómicas de cada uno.
Más adelante publicaré un post sobre las posturas Yin en la práctica, los meridianos afectados en cada postura, los chacras y las emociones asociadas a cada meridiano, como entrar en las posturas de forma segura, etc.
Para profundizar, recomiendo la lectura de los sitios web de Bernie Clark y Biff Mithoefer